Todo comenzó en 2010 con un grupo de amigos y un sueño: llevar un poco de alegría a familias campesinas en Santa Bárbara, Antioquia. Lo que no imaginamos es que aquel gesto de amor en diciembre sería la semilla de algo mucho más grande. Año tras año, con cada sonrisa compartida y cada mano tendida, entendimos que ayudar no es solo dar, es transformar vidas.

Desde 2016, hemos trabajado para que las familias más vulnerables puedan tener un hogar digno, no solo construyendo casas, sino tejiendo esperanzas con cada ladrillo y cada esfuerzo compartido. En esta comunidad todos aportamos: benefactores, voluntarios, familias y amigos, porque creemos que el verdadero cambio sucede cuando unimos corazones y esfuerzos.

.En 2019, dimos un gran paso al constituirnos legalmente como fundación, con el propósito de llegar a más personas y cambiar más vidas. Luego vino la pandemia, y con ella, un reto inmenso. Pero en medio de la incertidumbre, decidimos ser luz con la estrategia #MásContagiososQueUnVirus, llevando más de 1,500 mercados a familias y adultos mayores en abandono.

Sabemos que un niño con oportunidades es un futuro lleno de posibilidades, por eso, desde 2022 impulsamos el Plan Padrino, garantizando educación, transporte y alimentación para que cada niño sueñe en grande. Y porque la felicidad se comparte, nuestro tradicional encuentro navideño evolucionó en el Día de Compartir Sonrisas, donde más de 200 niños celebran una Navidad inolvidable llena de juegos, amistad y amor.

Hoy, miramos atrás con gratitud y adelante con esperanza. Seguimos aquí, creciendo, construyendo y creyendo en la fuerza de la solidaridad. Porque ayudar no es solo un acto, es un compromiso, es un abrazo en los momentos difíciles, es la certeza de que juntos podemos cambiar el mundo.

Únete a esta misión. Únete al cambio.